Más allá de las justas: los deportes medievales que perduran
Cuando pensamos en deportes medievales, lo primero que se nos viene a la cabeza son las justas o combates a espada. Sin embargo, existe una disciplina atlética, aún vigente en los Juegos Olímpicos, cuyo origen está lejos de los campos de batalla medievales más populares: el lanzamiento de peso.
Aunque muchos lo asocian erróneamente con la Antigua Grecia, su historia está estrechamente vinculada a las tradiciones de los pueblos celtas y a sus antiguos ritos de fuerza y destreza física.
El lanzamiento de piedras en la cultura celta
El acto de lanzar piedras tiene un origen tan antiguo como la humanidad misma. En la Edad del Hierro celta, este tipo de competición era parte fundamental de sus festividades. Un ejemplo destacado se encuentra en los juegos Tailteann, celebrados en Irlanda en honor a la diosa Tailltiu. Estos juegos, que datan de al menos el 1250 a. C., incluían pruebas de fuerza donde los participantes lanzaban piedras pesadas para demostrar su vigor.
El Libro de Leinster, un manuscrito irlandés del siglo XII, registra la existencia de estos juegos, lo que sitúa al lanzamiento de peso como una de las disciplinas más antiguas del continente europeo, con una evolución que se prolongaría hasta la Edad Media y más allá.
El auge del lanzamiento de peso en la Edad Media
Durante la Edad Media, el lanzamiento de piedras se consolidó como parte del entrenamiento militar y las pruebas de fuerza entre clanes. En Escocia, los Highland Games comenzaron a incorporar esta disciplina como parte de sus eventos tradicionales. Los líderes de clanes seleccionaban a sus hombres más fuertes para medir su poder mediante el lanzamiento de pesados bloques de piedra.
Con el paso de los siglos, esta costumbre evolucionó. En Inglaterra, los soldados empezaron a lanzar balas de cañón, transformando la antigua piedra celta en una “bala” de hierro, origen del término “lanzamiento de bala” que aún se utiliza en algunos países hispanohablantes.
Deporte olímpico: del hierro medieval al plomo moderno
El lanzamiento de peso moderno nació en Reino Unido, donde se institucionalizó como deporte en los Campeonatos Británicos Amateur de 1866, utilizando piedras de 18 libras. El gran salto a la escena internacional llegó en los Juegos Olímpicos de Atenas 1896, cuando la disciplina fue incluida en el programa oficial con una bola de plomo como objeto a lanzar.
La técnica fue perfeccionándose, y en 1948 se abrió también a la categoría femenina. Hoy en día, el reglamento olímpico establece que:
Los hombres deben lanzar una bola de hierro de 7,26 kg
Las mujeres una de 4 kg
A diferencia de la jabalina o el martillo, el peso no se lanza, se impulsa, desde una posición cercana al cuello.
Un legado milenario que perdura
El lanzamiento de peso es mucho más que una disciplina olímpica: es el legado de un pasado donde la fuerza física era una muestra de poder, estatus y valor. Desde los antiguos juegos celtas hasta los estadios olímpicos modernos, este deporte ha recorrido siglos de historia, manteniendo su esencia mientras evolucionaba en técnica y forma.