La rebelión de los Zanj: esclavos africanos que desafiaron al Califato Abasí y cambiaron el sur de Irak

Hace más de mil años, en los inhóspitos humedales del sur de Irak, tuvo lugar uno de los episodios más dramáticos y menos conocidos del mundo islámico medieval: la rebelión de los Zanj. Entre los años 869 y 883 d.C., decenas de miles de esclavos africanos —en su mayoría originarios del África oriental— se alzaron contra el poderoso Califato Abasí.

Los Zanj eran forzados a trabajar en condiciones infrahumanas, transformando tierras salinas en campos fértiles, especialmente para el cultivo de caña de azúcar. Bajo el mando de capataces, estos hombres y mujeres excavaban canales y construían crestas de tierra, en jornadas agotadoras que se extendían durante días enteros.

Aunque esta no fue la primera rebelión Zanj registrada —hubo alzamientos previos en los años 689-690 y 694-695—, la de finales del siglo IX fue la más prolongada y devastadora. Durante casi 15 años, el Califato Abasí vio tambalear su autoridad, enfrentándose a una resistencia organizada que llegó a establecer su propio gobierno en algunas zonas.

Un sistema agrícola monumental legado de los Zanj

La magnitud de la obra agrícola atribuida a los Zanj es impresionante. Un sistema de canales y campos de cultivo que cubría unos 800 km² dejó su huella en el paisaje iraquí. Aunque abandonado hace siglos, sus vestigios aún se aprecian desde imágenes satelitales y exploraciones arqueológicas, incluyendo cerca de 7.000 crestas artificiales.

Hasta ahora, los historiadores conocían la existencia de estas estructuras, pero no podían fecharlas con precisión. Un reciente estudio, publicado en la revista Antiquity, ha logrado hacerlo mediante una técnica avanzada conocida como luminiscencia ópticamente estimulada (OSL). Esta permite saber cuándo el suelo fue expuesto por última vez a la luz del sol, lo cual reveló que muchas de estas crestas datan de finales del siglo IX a mediados del siglo XIII.

Peter J. Brown, arqueólogo líder de la investigación, señala que esta coincidencia cronológica refuerza la hipótesis de que los Zanj participaron directamente en la creación de estas infraestructuras, incluso durante la misma época de la rebelión.

Más allá de la insurrección: un sistema que persistió

Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que las actividades agrícolas en esta vasta región continuaron mucho después del fin de la rebelión. Las estructuras siguieron siendo mantenidas y utilizadas durante siglos, aunque no está claro si por esclavos, trabajadores libres o campesinos locales.

Este sistema agrícola colapsó finalmente hacia 1258, coincidiendo con la invasión mongola y el saqueo de Bagdad, evento que marcó un punto de inflexión en la historia de la región y el declive del Califato Abasí.

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