Una vida entre ideas y política: “Platón de Atenas” de Robin Waterfield
La sorprendente ausencia de biografías sobre Platón
Pese a ser una figura fundacional de la filosofía occidental, hasta ahora no contábamos con una auténtica biografía de Platón. Su vida se reconstruía fragmentariamente a partir del libro III de Vidas y opiniones de los filósofos ilustres de Diógenes Laercio o mediante las introducciones que acompañan a estudios filosóficos.
Robin Waterfield intenta llenar este vacío con Platón de Atenas. Una vida en la filosofía, publicada en 2024. En este trabajo no solo evita la hagiografía, sino que revela cómo las escasas fuentes disponibles han favorecido una imagen múltiple y contradictoria del filósofo: humilde o arrogante, altruista o codicioso, sabio o doctrinario.
Filosofía como hija de su tiempo
Uno de los méritos del libro es no presentar a Platón como un pensador aislado, sino como un hombre profundamente afectado por el contexto de la Atenas del siglo IV a.C. Desde la ejecución de su maestro Sócrates en el 399 a.C. hasta sus esfuerzos por aplicar sus ideas políticas en Siracusa, Platón es mostrado como un filósofo comprometido con la regeneración moral y política de su tiempo.
Waterfield subraya que Platón entendía la política como una extensión de la ética y exigía a los intelectuales abandonar la contemplación para actuar. Su repudio de la democracia, tantas veces criticado, se comprende mejor al recordar que vivió el ocaso de la polis ateniense, gobernada por la demagogia y la corrupción.
Ajustes históricos y revisión de tópicos
El autor no duda en revisar algunos lugares comunes, como la fecha de nacimiento de Platón, que sitúa en el 424/3 a.C., y no en el 428/7 a.C. como se repite habitualmente. Esto explicaría su ausencia en las batallas finales de la Guerra del Peloponeso. Además, se analizan sus vínculos familiares con oligarcas como Critias y Cármides, y cómo ello pudo influir en su pensamiento conservador y aristocrático.
El legado de la Academia y el Maestro
En el 383 a.C., Platón fundó la Academia, institución pionera del pensamiento occidental. Rivales de Isócrates, los miembros de la Academia combinaban filosofía especulativa y ética práctica. Entre sus alumnos se contaron Aristóteles, Eudoxo, Espeusipo y, según la tradición, Axiotea, quien habría tenido que vestirse de hombre para asistir a las clases.
La Academia no era solo una escuela: era un proyecto de reforma total del alma y de la ciudad. Allí se enseñaba geometría, cosmología, astronomía, ética y política, todo bajo el principio de que la filosofía debe ofrecer una explicación integral de la realidad.
Una tumba entre las Musas
Platón murió hacia el 347 a.C., dejando una herencia monumental en forma de diálogos, discípulos y una institución que influiría durante siglos. Fue enterrado junto al altar de las Musas, en los jardines de su Academia, donde inició su viaje filosófico hacia la eternidad.
Valor del libro de Waterfield
Aunque no sea la introducción más técnica al pensamiento platónico, Platón de Atenas destaca por algo más difícil: ofrecer una visión coherente de una vida dedicada a la filosofía, sin caer en simplificaciones ni mitificaciones. Humaniza al pensador, lo sitúa en su tiempo, y nos recuerda que la filosofía nace, como decía Sócrates, de la vida y para la vida.