Descubren en Rumania una tumba huna con tesoros de oro que revelan secretos del siglo V

Espectacular hallazgo en Rumania: una tumba huna con joyas, armas y restos de caballo

La autopista A7 y un descubrimiento inesperado

Durante las obras de construcción de la futura autopista A7, cerca de la localidad de Mizil, en el sureste de Rumania, los obreros encontraron a finales de diciembre una tumba principesca. En ella yacía un guerrero, presumiblemente huno, enterrado junto a su caballo y rodeado por un tesoro de más de 120 objetos, muchos de ellos de oro.

Según los arqueólogos del Instituto de Arqueología Vasile Pârvan, el estilo de los ornamentos y el ajuar funerario apunta a una datación entre los siglos IV y V d.C., periodo dominado por los hunos, uno de los pueblos más enigmáticos y temidos de la Antigüedad tardía.


Tesoros de oro, una máscara facial y un arsenal de guerra

Silviu Ene, investigador del Instituto, detalló que la tumba contenía una espada dorada, una daga con decoración en oro, una máscara facial también de oro, una aljaba con flechas, un caldero de bronce y hasta restos del caballo del guerrero. “Es la tumba de un jinete de alto rango, con todos los signos sociales de la época”, aseguró Ene.

Además, se recuperaron más de 900 elementos arqueológicos en los alrededores, incluyendo pozos y estructuras habitacionales que completan el contexto del hallazgo.


Contexto histórico: los hunos y las migraciones bárbaras

Los hunos eran un pueblo nómada originario de Asia Central, célebres por su habilidad como jinetes y su impacto devastador en el mapa político de Europa en los siglos IV y V. Bajo el liderazgo de Atila, los hunos pusieron en jaque al Imperio Romano de Oriente y más tarde incursionaron en la Galia e incluso llegaron a las puertas de Roma.

El hallazgo de Mizil se enmarca en el periodo conocido como las migraciones bárbaras, cuando pueblos como godos, vándalos y hunos se desplazaron por Europa, alterando profundamente el equilibrio de poder y dando inicio al final del mundo grecolatino en Occidente.


Otros hallazgos en la región y el Tesoro de Pietroasa

No es el único descubrimiento de esta naturaleza en Rumania. En la provincia de Buzău, se han identificado al menos seis yacimientos relacionados con el paso de visigodos y hunos. Uno de los tesoros más famosos de este periodo es el Tesoro de Pietroasa, hallado en 1837: un conjunto de 22 objetos de oro —cuencos, platos y copas— que llegó a ser considerado el mayor tesoro de oro del mundo hasta el hallazgo de la tumba de Tutankamón.


Un hallazgo que cambiará la historia de Europa oriental

El subdirector del Instituto, Radu Bajenaru, destacó que algunas piezas son inéditas en la arqueología europea. “Este hallazgo es excepcional. Nos permite entender mejor las jerarquías sociales y el simbolismo funerario de los pueblos hunos en esta región”, señaló.

En los próximos meses, los huesos y los objetos recuperados serán analizados y restaurados, antes de ser exhibidos en museos rumanos.

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